Llega
un momento en el que se complica retenerlos y aguantarlos. Llega un momento en
el que tu cuerpo en cierta forma “ya no lo aguanta”; y la cabeza menos. Está
bueno ser impulsivo, se vive como “más arriesgado” y eso le pone una pizca de
adrenalina y/o aventura a todo. Hay motivos para retenerlos. Hasta ahora, de
todos los impulsos que tuve sólo uno es el que me aguanto y no se si es que
cada vez se hace mas fácil o ya me olvido que lo tengo. Me lo aguanto bastante
bien y tanto no me afecta, pero hay días en que lo dejaría salir con toda su
fuerza, poesía y plenitud. Pero temo que sea para mal.
Ignacio Tomás.
PD: Temer es feo.
El miedo paraliza, y el Amor nos mueve, MalaOnda. (Probablemente tu impulso o miedo no tenga nada que ver con el Amor, pero me gusta decis esta frase)
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